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En el siguiente artículo, se destacan siete errores comunes que podrían estar obstaculizando tu desarrollo profesional.
Estos fallos, a menudo pasados por alto, pueden limitar tu potencial y afectar negativamente tu carrera. Identificar y corregir estos errores es fundamental para avanzar de manera efectiva y alcanzar tus metas profesionales.
1. La falta de claridad en el rumbo de las ideas
Es común ver a ejecutivos y profesionales que ocupan cargos importantes no tener claridad en sus ideas.
Esta falta de claridad afecta sus objetivos y decisiones. Y se observa en la fijación de sus objetivos, sus acciones, posturas y decisiones que toman. Tener claridad implica ser coherente con los objetivos, recursos, capacidades y restricciones que uno tiene para hacer realidad lo que desea lograr. Muchas veces, esto se tiende a subestimar, causando frustración y falta de cooperación. Los proyectos se paralizan y las inversiones no tienen retorno. Esto estresa incluso al ejecutivo más capaz.
2. Los conflictos personales
Tener estabilidad emocional y seguridad personal es clave para el éxito personal y desarrollo profesional.
No tener dominio de las emociones genera conflictos en las relaciones laborales y personales. No saber decir "no" crea tensiones en el trabajo y en la familia. Si no se logran perfeccionar estos aspectos, tarde o temprano, terminan perjudicando.
En la práctica, no todos los ejecutivos logran tener un buen “work-life balance” (trabajo y hogar). Hay algunos que son más organizados y tienen un mejor dominio de sus emociones. Otros no logran organizarse bien ni controlar su temperamento. Es fundamental entender que el trabajo y la vida personal son complementarios. El tema central es que no es una buena práctica lidiar entre el interés organizacional y el interés personal. En cambio, se debe entender que estos aspectos de la vida son complementarios. Un buen balance mejora tanto la vida laboral como la personal.
3. La aversión al riesgo
Las experiencias pasadas dejan huellas en nuestras mentes, afectando la disposición a asumir riesgos.
Si la persona fue alentada a la acción, a asumir responsabilidad, a perseverar, verá el riesgo de forma positiva. Por el contrario, si fue protegida de los errores o no confía en sus capacidades, desarrollará una aversión al riesgo. Los ejecutivos están en un entorno en el que constantemente tienen que tomar decisiones, lo que implica asumir riesgos. Por tanto, si le cuesta tomar decisiones, porque siempre quiere aminorar el riesgo, un coach puede ayudar. El coach puede ayudarlo a tener mayor confianza en sus decisiones, enfrentar su aversión al riesgo y a generar confianza en otros.
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4. La procrastinación
Es esencial gestionar el tiempo de manera eficiente para evitar la procrastinación.
Procrastinar es el hábito de dejar tareas para otro día. Si bien la prudencia y paciencia son importantes en ciertas situaciones, no debe llevar a la procrastinación. Aplazar las cosas, renunciar a la acción y poner excusas afectan la productividad. Atender solo lo urgente deja de lado lo importante, disminuyendo la efectividad de uno y generando estrés. Esto afecta tanto al desarrollo profesional de uno, como a su vida personal. Es esencial gestionar el tiempo de manera eficiente para evitar la procrastinación.
Los ejecutivos inteligentes resuelven problemas. Los ejecutivos novatos ocasionan los problemas. Y los ejecutivos brillantes, los previenen. Con eso se evitan ser bomberos, “apagando fuegos” a cada rato. El mundo laboral está lleno de ejecutivos “apaga fuegos”. El problema mayor ocurre cuando creen que la función del ejecutivo es todo el día tomar decisiones. Los ejecutivos peruanos necesitan hacer una reflexión constructiva sobre sus capacidades para resolver problemas.
